(Texto completo).- Colegas, transcribimos aquí la entrevista que el semanario "Hildebrandt en sus trece" hizo a nuestros colegas que se encuentran en Lima. Noten ustedes la imparcialidad del periodista, actitud distinta al de la prensa de derecha, que lo único que ha hecho es tergiversar, satanizar la lucha magisterial, y esto por "cortesía", seguramente, de Patria Roja. Nos preguntamos: ¿Cuánto dinero habrá gastado esta pandilla de ladrones en demoler, a través de la prensa, al maestro peruano?
Ahora a leer, y saquen sus conclusiones.
¿EL OTRO SENDERO?
CONARE es la nueva sigla de escalofrío. Es el acrónimo de un SUTEP paralelo que considera a los viejos dirigentes del sindicato magisterial poco menos que traidores y a Patria Roja la capital de la claudicación. Tanto radicalismo suena familiar y el temor se acrecienta cuando Efraín Condori, líder del CONARE, admite sus simpatías por el MOVADEF, el más reciente seudónimo de Sendero Luminoso. Esta revista quiso, sin embargo, tener una impresión directa de quién es Condori, quiénes lo acompañan, que aires se respiran en ese local desde el que se ha gatillado una huelga magisterial que, empezada el 20 de junio, ha tenido éxito en regiones como Cusco, Ayacucho, Huancavelica o Pasco. Lo que Carlos León encontró fue un cuadro mucho más dudoso y complicado que aquel descrito por el desafortunado procurador antiterrorista Julio Galindo. Lo cierto es que MOVADEF es una filial encubierta de Guzmán y los suyos. Pero no es cierto que CONARE éste copado íntegramente por el MOVADEF. Una campaña represiva como la que quiere desatar Galindo denunciando a nueve dirigentes del CONARE será el mayor favor que se le pueda hacer quienes irrumpieron, grosera y estalinistamente, en la presentación del libro “Profetas del odio”. Ojalá que estas líneas sirvan para que el gobierno aborde una operación de catastróficos efectos.
ESCRIBE: CARLOS LEÓN GALINDO
FOTOS: EDWIN JULCA
La cita con Efraín Condori es en el Rimac, en uno de los locales donde se hospedan los huelguistas del Conare. Tiene una puerta de fierro negra. Los vecinos que pasan me sugieren que toque fuerte.
-Ahorita viene el señor Condori- me dice un hombre después de abrir la puerta. Es alto, macizo, ancho y amable. Sonríe. No imaginé que la primera persona que me iba a recibir en el local del Conare sería así-.Espérelo, por favor. Ha ido a una sesión en el Congreso desde la mañana. Acá estamos nosotros.
Miro unos segundos el interior. Cuento cerca de 50 personas haciendo tareas distintas: ordenan sacos de comida, se reúnen en círculo, algunos están echados. Es la misma escena de todas las huelgas. El local que usa el Conare pertenece al Sindicato de Trabajadores de Backus. Está a media cuadra de la Alameda de los Descalzos, al costado de un enorme colegio. Las casas que lo rodean son antiguas y enanas.
Media hora después, cerca de las cinco de la tarde, llega una numerosa delegación. Son más de cincuenta y venían a pie, en pequeños grupos. “¿Son maestros?”, me pregunta alguien. “Si”. “¿En serio? Es que no tiene distintivos. Podrían parecer también de Construcción Civil”. Poco a poco los maestros van entrando al local. Pregunto por el profesor Condori, que tengo una entrevista con él. Empiezan las averiguaciones, los pedidos. “¿De qué medio es?”, me preguntan por separado. Respondo. La cara del interlocutor cambia. Se deshace toda dureza. “Por favor, informen lo que es. Nosotros sabemos que ustedes dirán la verdad”. Dos, tres, cuatro veces. Al final llega Efraín Condori. Nos saludamos y me pide un favor: no he almorzado, ¿lo puedo esperar unos minutos? Es que he estado todo el día en el Congreso. Pasamos entonces al local. La persona que me atendió tan amable al inicio está ahora detrás de un mostrador donde se reparte la comida. “¡Señor periodista!”, me grita, señalando a Condori. Es su forma de avisarme que ya llegó.
El local es amplio. Los huelguistas me dicen que debe haber 500 maestros alojados en él. Quizá haya menos. Yo cuento sobradamente más de 100. Ahora almuerzan los que acaban de llegar. Lo hacen en táperes de colores, Un profesor me entrega la plataforma nacional de lucha. El ambiente huele a sopa de pollo. Los huelguistas visten zapatos sucios por el uso. Los hombres usan principalmente buzos. Son profesores del interior: Puno, Pasco, Apurimac, Tacna. No encuentro distintivos a la vista: solo un gorro que dice Sutep, pero ni un cartel que diga Conare. Van comiendo de pie, caminando; algunos se sientan, conversan sobre los colchones. Un ojo foráneo bien podría confundir la organización y crecer que se trata de una reunión de dirigentes de la Confederación Campesina del Perú. Pero no. Son profesores de la educación pública.
El Conare, Comité Nacional de Reorientación y Reconstitución del SUTEP, ha estado en el ojo de la tormenta en los últimos días. Ciertamente ha sido el bastión de los sectores más radicales de la educación peruana en los últimos años. Enfrentando a Patria Roja, partido que controla el Sutep desde su fundación hace cuatro décadas, el CONARE, es una tendencia al interior del sindicato que agrupa a sectores descontentos. El anterior líder del Conare, el Ayacuchano Robert Huaynalaya, fue acusado por sus supuestas simpatías hacia Sendero Luminoso. Su actual presidente, el puneño Efraín Condori, reconoció ser adherente del Movimiento por Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), organización política que reclama la amnistía de Abimael Guzmán Reinoso.
Un fallido razonamiento transitivo empezó a extenderse estos días: Si Condori es simpatizante de Sendero, entonces el Conare es de Sendero y el resto de dirigentes del Conare también. El procurador antiterrorista Julio Galindo presentó el miércoles en la tarde una denuncia ante la fiscalía contra nueve dirigentes: Condori y ocho integrantes de la directiva del Conare. Galindo afirma que el Conare es reciente (a pesar que no lo es) y que busca “suplir” al Movadef. Asimismo, ata hechos con una genialidad única. Considera que el “manejo de las rondas” en Cajamarca por parte de Patria Roja y las acciones del Conare, “dirigido por Movadef”, son cosas similares. “Es que es una conjunción de hechos”, afirmó en televisión.
-Si ya Condori ha dicho que los problemas de Cusco con Cajamarca son lo mismo, obviamente es todo un movimiento del Conare para crear inestabilidad –dijo también esta semana, aunque hasta no se entienda qué quiso decir.
Mientras espero a que Condori termine de almorzar, me alcanzan, como decía, la plataforma de lucha del Conare. LA frase “derechos fundamentales” se repite tres veces en el texto. Me queda clara la presencia de un miembro del Movadef en la redacción. Ningún otro grupo político usa esa frase. Mnutos después, un profesor de Pasco me entrega un volante con la plataforma de su región, Sutep Pasco, “Por un línea sindical clasista”. Deslindan con Movafef. Llaman a Guzmán endiosado, critican el uso de perros muertos en las protestas, se declaran “bases en huelga” y cierran filas con una frase en mayúsculas “¡¡¡ABAJO PATRIA ROJA Y MOVADEF, LAS DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA, ENEMIGOS DEL FRENTE ÚNICO!!!”. Una hora después me entregan la plataforma del SUTEP Regional de Tacna, también con el encabezado “Por una línea sindical clasista”. A diferencia de la plataforma nacional y la de Pasco, esta tiene un fuerte fracaso legal y es más pedagógica. No existe mención a “derechos fundamentales” ni algo que se asome. Sendero Luminoso nunca tuvo fuerza en Tacna, ni siquiera en sus años más terroríficos. Es difícil imaginar que la tenga ahora.
¿Será entonces como ellos afirman?¿Qué cada base regional tiene una dinámica política distinta, y que a la hora de conformar la plataforma nacional tuvieron que mezclar algunas papas con camotes?. Los dirigentes afirman que el Conare es heterogéneo y que lo que los agrupa es us plataforma de lucha: principalmente reinvindicativa en lo económico y en contra de la Ley de la Carrera Pública Magisterial.
¿Entonces el Conare no es el brazo de Sendero Luminoso? Si lo fuese, ¿Cómo me llegan estos volantes claramente hechos por alguien que seguramente ni piensa acercarse al Movadef?.
Condori acaba de almorzar y nos acomodamos para la entrevista. Su vitual cortejo la hace ceremoniosa. Traen una mesa y la ponen en el centro. Detrás hay dos columnas, donde cuelgan una banderola roja con letras amarillas, con el omnipresente rostro de Mariátegui a un costado. Ubican dos sillas al lado de la mesa. En una se sienta Condori de Puno, 19 años de profesor, 1.120 nuevos soles de sueldo al mes, 900 con descuentos. En la otra se ubica Mery Coila Ramirez, representante de Tacna, 21 años de profesora, 1.160 soles al mes, 600 con descuentos. “Me tuve que endeudar con el banco”, me explica después. “porque con el sueldo que percibo no me alcanzaba”. Los profesores en huelga van rodeando la mesa donde estamos. Literalmente, me rodean. No noto intención de intimidar. Parece que sólo quieren escuchar qué sólo quieren escuchar que dicen sus dirigentes.
Condori responde las preguntas con alguna dureza. Tiene la costumbre de llenar con más de un adjetivo aquello que no le gusta (el Comité Ejecutivo Nacional del Sutep, la política del gobierno, el modelo económico, la ministra de educaión), pero me pareció más flexible de lo que imaginé. Huaynalaya era duro de principio a fin. Condori parece serlo, pero no tanto.
Varias cosas me llevaron a esta suposición. Cuando pregunto por el controvertido punto 7 de su plataforma (derogar un Decreto Supremo que impedía a los profesores sentenciados por terrorismo volver a las aulas), Condori responde que hubo muchos profesores que fueron injustamente condenados y que no se les debe negar el derecho a enseñar. Mery Coila me dice que ese punto no formaba parte de las demandas del Conare Tacna, pero si de los maestros de otras regiones y por tanto se acordó que éste en la plataforma nacional. Ambos defienden el punto, pero Condori afirma la disposición del Conare a ceder. “Eso puede ir a una mesa posterior”, dice. Lo principal, afirman, es el tema salarial y que continúe la Ley del Profesorado en lugar de la Carrera Pública Magisterial.
Mery Coila es muy sólida y locuaz para responder, y muy convincente. Me quedé con la sensación de que no era, en absoluto, simpatizante del MOVADEF, y tampoco de Patria Roja. Sus respuestas suelen hacer alusiones legales sin problemas. A quien la escuche no se le ocurriría vincularla a Sendero. Me quedó claro por qué estaba al costado de Condori. Su función era compensatoria.
-Nosotros, al elegir a nuestros dirigentes, no lo hicimos pensando en partidos-me dice Coila cuando tocamos el tema Movadef.
¿Cómo hace profesora Coila para vivir con 600 soles al mes?” Hago otras cosas: vendo productos, soy comerciante”. Pregunto a los profesores que me rodean cuántos de ellos tienen otro trabajo. “¡Todos!”, gritan, pero sólo algunos levantan la mano. Responden como si estuviera pasando lista. ¡Soy agricultor! ¡Comerciante!¡Soy albañil!¡Taxista!¿Cuántas horas haces taxi?, le pregunto al último. “De cuatro de la tarde a medianoche”, me responde. Son reacciones espontáneas, sencillas, que uno encuentra en cualquier otra organización. Sé que en el Conare está presente Sendero desde su constitución, pero el círculo de profesores que me rodea-al menos este- no me genera la sensación, ni por asomo, de ser un sector organizado de Sendero.
Acabada la entrevista no hay una reacción uniforme. Unos empiezan a arengar. Una señora da la voz. Empieza: ¿Qué nos enseña…?. La respuesta siempre es la misma; “Servir al pueblo de todo corazón”, la frase de Mao Tse Tung que muchos grupos de izquierda en el Prú dejaron de utilizar por haber sido secuestrada por los simpatizantes de sendero Luminoso en los años 80 y posteriores. Al mismo tiempo, muchos profesores se me acercan nuevamente. No noto en ellos la fuerza en la mirada que tienen los muchos senderistas con los que he interactuado. Tampoco tienen la voz dura. Al contrario. Me hacen pedidos en forma de súplica.
-Por favor, no más desprestigio- me dice una maestra casi con voz baja, torciendo la cara.
Continúan. “Por favor, diga lo que es”. “Señor periodista, no cambie la entrevista”. “Por favor, señor, informe, no ataque”. Un profesor de Apurimac me pide que me quede a hablar con ellos. Me piden que los escuche. “Confiamos en usted. Hasta ahora sólo nos han atacado”.
Me quedo con una sensación extraña. Sí, Efraín Condori es del Movadef, lo admitió. En conare Sendero tiene presencia, es cierto. ¿Pero el Conare es realmente un anexo de Sendero, como se informa?. A diferencia de la afirmación de la gran prensa capitalina que goza como Onán recordando el crecimiento económico, los maestros en huelga parecen haber quedado al margen de este. Son profesores, de provincia con ingresos que no pasan de mil soles al mes, con dos trabajos. ¿Marchan a Lima y dejan todo por pura ideología? Es cierto que la calidad de la educación en el Perú es lamentable, ¿pero, son únicamente culpables los maestros? La actuación política de la actuación de Sendero vinculado a Guzmán nunca cesó y es conocido- salvo por el procurador antiterrorista- que la zona donde suelen obtener respaldo es en el sur andino, donde enfatizan el trabajo político entre estudiantes y en el magisterio. Además, el que algunas bases depositen su confianza en un líder radical o “ultra” – sea o no de Sendero- no se debe siempre a una simpatía ideológica, sino a la presunción, por lo general correcta, de que la dureza y la intransigencia son las mejores armas para negociar (sobre todo cuando se habla con el Estado tacaño con los de abajo y generoso con otros estamentos).
Los sacos de arroz para la olla común, la ropa tendida en un cordel, los colchones en el piso, un televisor grande donde siguen las noticias diarias. ¿Con quiénes estoy? ¿Con un grupo de profesores radiales e ideológizados que buscan tomar el poder y generar caos y violencia? ¿Con un Conare cuyo máximo dirigente es del movadef pero con una base de profesores cuyo interés no es ser el brazo político de alguien sino dejar de percibir un sueldo mínimo? ¿Dónde estoy? ¿En el Prú que se precia hasta fuera de sus logros y de su sex appeal turístico, o en el Prú congelado en el tiempo donde hay gente que aún grita consignas vinculadas a Sendero Luminoso, mientras otros le piden por favor a un periodista que entienda su situación económica? ¿En el Perú del ingreso nacional per cápita de 8,400 dólares, o en el de la olla común y los 600 mensuales ¿En el Perú donde un procurador quiere apresar a todos los dirigentes de la facción radical del SUTEP, o en el Perú donde las condiciones de vida han mejorado “para todos” en la última década? Las respuestas, en todo caso, son mucho más complejas de lo que mechos creen.
Condori dixit“La lucha interna que vivió el Perú en los 80 generó que existan maestros falsamente imputados por terrorismo. Es como si ustedes en el periodismo vieran a sus compañeros falsamente imputados y venga un ministro de la Prensa y diga: `los que han estado en la cárcel por terrorismo ya no trabajan´. ¿cuál sería su respuesta? Nosotros decimos que los falsamente imputados están en todo su derecho de trabajar. Incluso en esta última lucha hay muchos maestros acusados de terrorismo (…) Quien habla ya está denunciado ante la procuraduría. ¿De qué se me acusa? De apología o actos de terrorismo. Yo seré una persona más denunciada por este hecho. Me van a encarcelar y no voy a tener opciones para volver a trabajar”.No estamos en paro, estamos en huelga. Y eso no tiene cuándo acabar. Depende de la predisposición de la señora ministra. Y si no tiene capacidad, que dé un paso al costado.Hay costos sociales producto de esta huelga. En Ayacucho hay un maestro que ha perdido la vista. En Pasco hay heridos. En todos sitios hay maestros golpeados. Ya han pasado 21 días. Las bases están encabritándose mayor(sic). Yo llamo a que la ministra y el Presidente se pronuncien ya, que no esperen al 28 de julio. ¿Vamos a esperar que se incendie la casa para recién llamar a los bomberos?Nosotros hoy (miércoles) hemos presentado un replantamiento de nuestra plataforma. Priorizamos el pago del 30% por preparación de clases de manera inmediata y el pago de la deuda que se nos tiene desde 1991. En relación a la remuneración básica, ¡eso está en la ley! Pedimos solamente que se cumpla la ley 24029, donde dice que el salario debe ser ajustado a la canasta básica familiar. La tercera petición es la vigencia de esta Ley 24029, Ley del Profesorado y de la derogatoria de la perversa, nociva, tendenciosa y punitiva Ley de la Carrera Pública Magisterial. LA Ley del Profesorado tampoco es la última pomadita, es cierto, se puede discutir”.
Fuente: HILDEBRANDT en sus trece
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